Antes de
otorgar una graduación, pienso en cada alumno en forma integral, evalúo variantes como: años de práctica, presentimos, desempeño técnico, actitud hacia el entrenamiento, compañerismo a nivel motivacional y físico, atención,
respeto dentro y fuera del tatami, todo ello conforma una graduación, como
dicen ahora, es una evaluación holística por lo que graduarse no solo requiere el conocimiento de 20 técnicas de
memoria, es un aprendizaje exhaustivo, con mayor profundidad.
Ahora, que
pasa con aquellos que son más lerdos para aprender?, no tienen derecho a graduarse?
, ¿Qué pasa con aquellos maduritos, 40, 50, incluso 60 años, que si bien están
muy bien físicamente, ya no están como
un joven de 20?
Debemos
orientarlos hacia un Jiu Jitsu más técnico y si bien el Jiu Jitsu se denomina
arte suave, requiere de un componente físico muy importante, flexibilidad
articular, buena columna y un buen nivel de energía (que no es lo mismo que
fuerza). En cualquier caso, sobretodo en estos, es mi obligación, acompañar y
estimular la práctica con más énfasis, cosa
que finalmente me trae más satisfacciones, ya que sin ser magníficos
atletas, sus logros se convierten en grandes hazañas.
Así de a
poquito, en el caso de los maduritos, más rápido en el caso de los más jóvenes
y algunos muy rápidos en caso de los más dotados de físicos inteligentes y con conocimientos integrales, el
esfuerzo y la dedicación finalmente dan sus frutos , de
igual manera, las graduaciones llegan y con mucho placer, tanto
para ellos como para mí, que los veo
crecer como artistas marciales día a día
hasta alcanzar niveles que me llenan de orgullo!.
Salute
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